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Los bosques de coral del Mediterráneo y la pesca artesanal sostenible

Fecha: 
Lunes, 1 Septiembre, 2014

Giorgio Bavestrello y Marzia Bo
Departamento de Ciencias de la Tierra, del Medio Ambiente y de la Vida – Universidad de Génova
 
 
El aspecto más sorprendente de La Tierra al ser observada desde gran distancia –por ejemplo desde un avión– es la omnipresencia del color verde que se observa debido a la abundancia de vegetación que, exceptuando las zonas desérticas y de alta montaña, cubre todo tipo de terrenos. Los árboles, tanto agrupados en bosques como aislados en grandes sabanas, son el elemento más característico del paisaje terrestre en el que se ha desarrollado la evolución humana; además, han alcanzado un valor altamente simbólico en nuestra cultura.
Pero si el árbol es el elemento más característico sobre tierra firme, ¿por qué no iba también a serlo en las profundidades más inaccesibles del mar? El ser humano lleva mucho tiempo soñando con bosques en las profundidades del abismo y el descubrimiento de zoófitos –animales con aspecto de plantas– en el siglo XVIII no hizo sino alentar aquellas fantasiosas expectativas.
Ahora sabemos que estos bosques existen, que no están constituidos por plantas, sino por animales –gorgonias, corales, hidrozoos negros–, y que la estructura del paisaje es eminentemente animal. Si la botánica reina sobre la tierra, la zoología lo hace en el entorno submarino.
La influencia de estos organismos arborescentes sobre los ecosistemas del fondo submarino es enorme. Su estructura confiere un carácter tridimensional al sustrato marino, incrementa las posibilidades de que surjan nuevos nichos ecológicos, atrae a una rica fauna de pequeños invertebrados y también favorece el desarrollo de abundantes bancos de peces de calidad. Y es precisamente dicha riqueza natural la que supone un grave peligro para los bosques submarinos, especialmente para aquellos que se encuentran a cierta distancia de la costa y se desarrollan en bancos aislados a menos de 70-100 m de profundidad.
 
La pesca artesanal que utiliza redes de malla y palangres se centra en bancos rocosos poblados por corales y otros organismos estructurados para capturar especies de gran valor como la langosta, el pez de San Pedro, el rape, el pargo y, en mayor profundidad, el besugo, etc. En entornos bajo la acción de corrientes en el fondo los equipos de pesca se enredan en las gorgonias o en las rocas adyacentes, rompiendo ramas y, a menudo, perdiéndose y convirtiéndose en redes fantasma que durante mucho tiempo siguen atrapando peces sin sentido. De este modo, tanto a lo largo de la costa del Tirreno, como también en la bahía de Nápoles y a lo largo de la Riviera Italiana, los bancos italianos profundos se están empobreciendo gradualmente, lo que también implica consecuencias dramáticas para la pesca artesanal.
 
Con el fin de evaluar el fenómeno en términos cuantitativos y de promover prácticas de pesca artesanal responsable para garantizar la conservación de los ecosistemas bentónicos de la cuenca del Mediterráneo se desarrolla durante dos años un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea y coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio Español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente llamado "Conservación de ecosistemas y pesquerías artesanales sostenibles en la cuenca Mediterránea (ENPI-ECOSAFIMED)" en el que colaboraran el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC de Barcelona, el Instituto Nacional de Ciencias Marinas y Tecnología de Túnez y la Universidad de Génova.
 
El objetivo es comparar tanto las capturas como el daño causado a los ecosistemas de los fondos marinos utilizando diferentes tipos de herramientas en aquellas zonas de entre 50 y 200 m de profundidad en las que no se lleva a cabo pesca de arrastre sino que están destinadas exclusivamente a la pesca artesanal. En este sentido, se llevarán a cabo una serie experimentos en el Golfo de Patti y el archipiélago Pontino. Los experimentos realizados tendrán como objetivo evaluar tanto el tipo de pescado como el bycatch bentónico. Finalmente, se realizarán comparaciones entre áreas con un elevado nivel de explotación y otras menos explotadas a través de robots submarinos teledirigidos (ROV).
 
Es importante recordar que el objetivo final del proyecto es la elaboración de una serie de recomendaciones relativas a la gestión para y entregarlas a las pesquerías artesanales estudiadas en el Mediterráneo y así asegurar la compatibilidad de su actividad con el buen estado de conservación de los hábitats marinos. En esencia, el proyecto considera la integridad del medio ambiente como el activo más valioso de la industria y busca promover la difusión de mapas e imágenes de alta resolución del fondo del mar con el fin de dar a conocer tanto su belleza como los puntos débiles del territorio. Es especialmente importante que los datos científicos puedan integrarse con las opiniones de los pescadores con el fin de esbozar las directrices para la selección de emplazamientos y herramientas para así maximizar los rendimientos y proteger al mismo tiempo tanto el medio ambiente como las herramientas utilizadas.